El "Día internacional de las personas cuidadoras", que por primera vez se celebró el 5 de noviembre de 2014. El objetivo es reconocer la labor de todas las personas que se dedican, de una manera profesional o como apoyo familiar, al cuidado de personas mayores o en situación de dependencia.
La familia es la principal fuente de ayuda de las personas dependientes en nuestra cultura e, históricamente, la función social de cuidadoras ha correspondido a las mujeres. Las personas dependientes en nuestro entorno suelen ser personas mayores, con discapacidad, personas con alguna enfermedad crónica incapacitante o enfermos en estado terminal. El periodo de tiempo dedicado a los cuidados de estas personas puede ir desde unos meses hasta años. En España, el 85 % de los cuidadores familiares son mujeres que se dedican de forma exclusiva y única al cuidado.
Las personas que dedican su tiempo al cuidado de otra persona en situación de dependencia (transitoria o definitiva) son aquellas que prestan los apoyos necesarios para satisfacer las necesidades básicas de la vida diaria de la persona a la que cuidan.
La actividad que desarrollan las personas cuidadoras es complicada y difícil ya que, la mayor parte de las veces, supone anteponer el cuidado de la persona dependiente a su vida familiar y personal.
Las personas cuidadoras deben tener a su alcance todos los apoyos necesarios que favorezcan su estado de salud óptimo y puedan identificar y atender sus propias necesidades primero, así como afrontar con fortaleza emocional los problemas y las dificultades diarias que surgen como consecuencia de esta tarea.